¿Y qué es un intercambiador de calor líquido? La herramienta mágica es la bomba de calor que facilita la transferencia de calor de un líquido a otro fluido. La razón de esto es que los líquidos tienen diferentes temperaturas, por lo que cuando se mezclan los jugos se puede perder calor. Esto le impide ayudar a reparar el proceso de funcionamiento correcto y, por lo tanto, los implementos a su vez funcionan como deberían.
Se hace que los líquidos viajen a través de posiciones separadas dentro del intercambiador de calor, y cada líquido conserva sus propios transportadores y tuberías para que no se mezclen gases o contaminantes. De esa manera los líquidos no se mezclan, pero el calor aún puede circular a través del intercambiador. Esto ha sido adoptado por fábricas y también por otras empresas que ahorran mucho dinero a largo plazo.
Cada día se utilizan diversos líquidos en las actividades de la fábrica. Por ejemplo, una planta de proceso puede utilizar agua caliente, por ejemplo, para limpiar máquinas y productos o incluso cocinar alimentos en fábricas de snacks [2]. Las fábricas están tratando de mantener el costo de la energía bajo, ¿por qué calentar el agua tantas veces? Cuando reciclarla, la mayor cantidad posible es beneficioso y luego tirarla.
Los intercambiadores de calor líquidos también poseen la notable ventaja de recuperar y ahorrar el calor residual que de otro modo se desperdiciaría. Eso significa que, en lugar de que el calor se escape (como sucedería normalmente), las fábricas podrían tomar ese exceso y usarlo para precalentar otra cosa. Suena como una situación en la que todos ganan, ¿no? Una buena manera de aprovechar al máximo la energía existente.
Por ejemplo, una fábrica podría utilizar vapor caliente para impulsar su maquinaria. Si el vapor pasa por la máquina, todavía está caliente y posteriormente puede usarse para calentar agua o aire. Un intercambiador de calor de líquido a líquido refina aún más este proceso transfiriendo el exceso de calor del vapor a un cromático separado mientras los mantiene como dos sustancias individuales. Esto da como resultado una eficiencia de los combustibles fósiles y no se desperdicia calor.
La transferencia de calor se puede realizar desde el líquido caliente a un líquido fresco sin mezclarlos usando un intercambiador de calor líquido. Esto significa que el líquido caliente se puede reutilizar en lugar de desecharlo, lo que supone un desperdicio mucho menor para nuestro planeta. Eso reduce el desperdicio de las empresas y les ayuda a tomar medidas hacia la sostenibilidad.
Por ejemplo, una instalación como una planta de procesamiento de alimentos puede requerir el uso de un intercambiador de calor líquido que esté hecho de su propio material seguro para que ninguna sustancia extraña pueda contaminarlo. Esto ayuda a mantener los alimentos libres de cualquier tipo de toxicidad o bacteria, garantizando así que sean seguros y no estén adulterados. Por ejemplo, una fábrica de productos químicos puede requerir un intercambiador de calor líquido que pueda soportar sustancias viscosas y duras.